viernes, 29 de noviembre de 2013

Homilía de clausura del Año de la Fe


El santo padre ha recordado la centralidad de Cristo en la vida y la historia de cada uno

Ciudad del Vaticano,  (Zenit.orgRedacción | 3275 hits

Publicamos a continuación la homilía del santo padre de la celebración eucarística de la clausura del Año de la fe.
La solemnidad de Cristo Rey del Universo, coronación del año litúrgico, señala también la conclusión del Año de la Fe, convocado por el Papa Benedicto XVI, a quien recordamos ahora con afecto y reconocimiento por este don que nos ha dado. Con esa iniciativa providencial, nos ha dado la oportunidad de descubrir la belleza de ese camino de fe que comenzó el día de nuestro bautismo, que nos ha hecho hijos de Dios y hermanos en la Iglesia. Un camino que tiene como meta final el encuentro pleno con Dios, y en el que el Espíritu Santo nos purifica, eleva, santifica, para introducirnos en la felicidad que anhela nuestro corazón.
Dirijo también un saludo cordial y fraterno a los Patriarcas y Arzobispos Mayores de las Iglesias orientales católicas, aquí presentes. El saludo de paz que nos intercambiaremos quiere expresar sobre todo el reconocimiento del Obispo de Roma a estas Comunidades, que han confesado el nombre de Cristo con una fidelidad ejemplar, pagando con frecuencia un alto precio.
Del mismo modo, y por su medio, deseo dirigirme a todos los cristianos que viven en Tierra Santa, en Siria y en todo el Oriente, para que todos obtengan el don de la paz y la concordia.
Las lecturas bíblicas que se han proclamado tienen como hilo conductor la centralidad de Cristo. Cristo está en el centro, Cristo es el centro. Cristo centro de la creación, del pueblo y de la historia.
1. El apóstol Pablo, en la segunda lectura, tomada de la carta a los Colosenses, nos ofrece una visión muy profunda de la centralidad de Jesús. Nos lo presenta como el Primogénito de toda la creación: en él, por medio de él y en vista de él fueron creadas todas las cosas. Él es el centro de todo, es el principio: Jesucristo, el Señor. Dios le ha dado la plenitud, la totalidad, para que en él todas las cosas sean reconciliadas (cf. 1,12-20). Señor de la creación, Señor de la reconciliación.
Esta imagen nos ayuda a entender que Jesús es el centro de la creación; y así la actitud que se pide al creyente, que quiere ser tal, es la de reconocer y acoger en la vida esta centralidad de Jesucristo, en los pensamientos, las palabras y las obras. Y así nuestros pensamientos serán pensamientos cristianos, pensamientos de Cristo. Nuestras obras serán obras cristianas, obras de Cristo, nuestras palabras serán palabras cristianas, palabras de Cristo. En cambio, La pérdida de este centro, al sustituirlo por otra cosa cualquiera, solo provoca daños, tanto para el ambiente que nos rodea como para el hombre mismo.
2. Además de ser centro de la creación y centro de la reconciliación, Cristo es centro del pueblo de Dios. Y precisamente hoy está aquí, en el centro. Ahora está aquí en la Palabra, y estará aquí en el altar, vivo, presente, en medio de nosotros, su pueblo. Nos lo muestra la primera lectura, en la que se habla del día en que las tribus de Israel se acercaron a David y ante el Señor lo ungieron rey sobre todo Israel (cf. 2S 5,1-3). En la búsqueda de la figura ideal del rey, estos hombres buscaban a Dios mismo: un Dios que fuera cercano, que aceptara acompañar al hombre en su camino, que se hiciese hermano suyo.
Cristo, descendiente del rey David, es precisamente el «hermano» alrededor del cual se constituye el pueblo, que cuida de su pueblo, de todos nosotros, a precio de su vida. En él somos uno; un único pueblo unido a él, compartimos un solo camino, un solo destino. Sólo en él, en él como centro, encontramos la identidad como pueblo.
3. Y, por último, Cristo es el centro de la historia de la humanidad, y también el centro de la historia de todo hombre. A él podemos referir las alegrías y las esperanzas, las tristezas y las angustias que entretejen nuestra vida. Cuando Jesús es el centro, incluso los momentos más oscuros de nuestra existencia se iluminan, y nos da esperanza, como le sucedió al buen ladrón en el Evangelio de hoy.
Mientras todos se dirigen a Jesús con desprecio -«Si tú eres el Cristo, el Mesías Rey, sálvate a ti mismo bajando de la cruz»- aquel hombre, que se ha equivocado en la vida pero se arrepiente, al final se agarra a Jesús crucificado implorando: «Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino» (Lc 23,42). Y Jesús le promete: «Hoy estarás conmigo en el paraíso» (v. 43): su Reino. Jesús sólo pronuncia la palabra del perdón, no la de la condena; y cuando el hombre encuentra el valor de pedir este perdón, el Señor no deja de atender una petición como esa. Hoy todos podemos pensar en nuestra historia, nuestro camino. Cada uno de nosotros tiene su historia; cada uno tiene también sus equivocaciones, sus pecados, sus momentos felices y sus momentos tristes. En este día, nos vendrá bien pensar en nuestra historia, y mirar a Jesús, y desde el corazón repetirle a menudo, pero con el corazón, en silencio, cada uno de nosotros: "Acuérdate de mí, Señor, ahora que estás en tu Reino. Jesús, acuérdate de mí, porque yo quiero ser bueno, quiero ser buena, pero me falta la fuerza, no puedo: soy pecador, soy pecadora. Pero, acuérdate de mí, Jesús. Tú puedes acordarte de mí porque tú estás en el centro, tú estás precisamente en tu Reino." ¡Qué bien! Hagámoslo hoy todos, cada uno en su corazón, muchas veces. "Acuérdate de mí, Señor, tú que estás en el centro, tú que estas en tu Reino."
La promesa de Jesús al buen ladrón nos da una gran esperanza: nos dice que la gracia de Dios es siempre más abundante que la plegaria que la ha pedido. El Señor siempre da más, es tan generoso, da siempre más de lo que se le pide: le pides que se acuerde de ti y te lleva a su Reino. Jesús es el centro de nuestros deseos de gozo y salvación. Vayamos todos juntos por este camino.

jueves, 21 de noviembre de 2013

El Vaticano hace públicas las 38 preguntas a los obispos

No un pedido de opinión sino los datos para tener una imagen verí­dica sobre la situación de la familia y el matrimonio en la Iglesia.

Ciudad del Vaticano,  (Zenit.orgRedacción | 2191 hits

Teniendo presente el próximo sínodo extraordinario de obispos, ha sido presentado hoy en la sala de prensa del Vaticano, el documento preparatorio de la III Asamblea general extraordinaria del sínodo de los obispos sobre el tema: “El desafío pastoral sobre la familia en el contexto de la nueva evangelización”.
Hace parte del documento preparatorio un cuestionario de 38 preguntas, que no son un pedido de opinión a los fieles, sino el pedido de informaciones sobre la situación de los fieles en las parroquias.
El cuestionario
1.- Sobre la difusión de la Sagrada Escritura y del Magisterio de la Iglesia sobre la familia
a) ¿Cuál es el conocimiento real de las enseñanzas de la Biblia, de la 'Gaudium et Spes', de la 'Familiaris consortio' y de otros documentos del magisterio del Vaticano II sobre el valor de la familia según la Iglesia Católica? ¿Cuál es la formación de nuestros fieles para la vida familiar según las enseñanzas de la Iglesia?
b) Allí donde la enseñanza de la Iglesia es conocida, ¿es aceptada integralmente? ¿Hay dificultades en ponerla en práctica? ¿Cuáles?
c) ¿Cómo es difundida la enseñanza de la Iglesia en el contexto de los programas pastorales en el ámbito nacional? ¿diocesano, parroquial? ¿Qué catequesis se hace sobre la familia?
d) ¿En qué medida -concretamente sobre qué aspectos-tal enseñanza es realmente conocida, aceptada, rechazada y/o criticada en ambientes extra eclesiales? ¿Cuáles son los factores culturales que obstaculizan la plena recepción de la enseñanza de la Iglesia sobre la familia?
2.- Sobre el matrimonio de acuerdo con la ley natural
a) ¿Qué lugar ocupa el concepto de ley natural en la cultura civil, tanto en ámbito institucional, educativo y académico, como en ámbito popular? ¿Qué ópticas antropológicas se sobreentienden en este debate sobre el fundamento natural de la familia?
b) El concepto de ley natural con relación a la unión entre el hombre y la mujer ¿es normalmente aceptado como tal de parte de los bautizados en general?
c) ¿Cómo es contestada en la práctica y en la teoría la ley natural sobre la unión entre hombre y mujer en vistas de la formación de una familia? ¿Cómo es propuesta y profundizada en los organismos civiles y eclesiales?
d) En el caso de que pidan el matrimonio los bautizados no practicantes o quienes se declaran no creyentes, ¿cómo afrontar los desafíos pastorales que derivan de ello?
3.- La pastoral de la familia en el contexto de la evangelización
a) ¿Cuáles son las experiencias surgidas en los últimos decenios en orden a la preparación al matrimonio? ¿De qué manera se ha intentado estimular el deber de evangelización de los esposos y de la familia? ¿De qué manera promocionar la conciencia de la familia como "Iglesia doméstica"?
b) ¿Se ha conseguido proponer estilos de plegaria en familia que consigan resistir a la complejidad de la vida y cultura actuales?
c) En la crisis actual entre generaciones, ¿cómo las familias cristianas han sabido realizar la propia vocación de transmisión de la fe?
d) ¿En qué manera las Iglesias locales y los movimientos de espiritualidad familiar han sabido crear caminos ejemplares?
e) ¿Cuál es la aportación específica que parejas y familias han conseguido dar respecto a la difusión de una visión integral de la pareja y de la familia cristiana que sea actualmente creíble?
f) ¿Qué atención pastoral ha manifestado la Iglesia para apoyar el camino de las parejas en la formación y de las parejas en crisis?
4.- Sobre la pastoral para afrontar algunas situaciones matrimoniales difíciles
a) La convivencia "ad experimentum" (experimental), ¿es una realidad pastoral de relieve en la Iglesia particular ? ¿En qué porcentaje se podría estimar numéricamente?
b) ¿Existen uniones libres de hecho, sin reconocimiento ni religioso ni civil? ¿Hay datos estadísticos fiables?
c) Los separados y divorciados que se vuelven a casar ¿son una realidad pastoral relevante en la Iglesia particular? ¿En qué porcentaje se podría estimar numéricamente? ¿Cómo se afronta esta realidad a través de programas pastoral adecuados?
d) En todos estos casos, ¿cómo viven los bautizados sus irregularidades? ¿Son conscientes de ellas? ¿Manifiestan simplemente indiferencia? ¿Se sienten marginados y viven con sufrimiento la imposibilidad de recibir los sacramentos?
e) ¿Cuáles son las peticiones que las personas divorciadas y vueltas a casar dirigen a la Iglesia, respecto a los sacramentos de la Eucaristía y de la Reconciliación? Entre las personas que se encuentran en esta situación, ¿Cuántas piden estos sacramentos?
f) ¿La simplificación de la praxis canónica, respecto al reconocimiento de la declaración de anulación del vínculo matrimonial podría ofrecer una real contribución positiva para la solución de los problemas de las personas implicadas? En caso afirmativo, ¿de qué manera?
g) ¿Existe una pastoral para acercarse a estos casos? ¿Cómo se desarrolla tal actividad pastoral? ¿Existen programas sobre ello en ámbito nacional y diocesano? ¿Cómo se anuncia a separados y divorciados vueltos a casar la misericordia de Dios y cómo se concreta el sostén de la Iglesia en su camino de fe?
5.- Sobre las uniones de personas del mismo sexo
a) ¿Existe en vuestro país una ley civil que reconozca las uniones de personas del mismo sexo equiparadas de alguna manera al matrimonio?
b) ¿Cuál es la actitud de las Iglesias particulares y locales tanto frente al Estado Civil promotor de uniones civiles entre personas del mismo sexo, como frente a las personas implicadas e este tipo de unión?
c) ¿Qué atención pastoral es posible tener hacia las personas que han elegido de vivir según este tipo de uniones?
d) En el caso de uniones de personas del mismo sexo que haya adoptado niños, ¿cómo comportarse en vistas de la transmisión de la fe?
6.- Sobre la educación de los hijos en el sino de situaciones matrimoniales irregulares
a) ¿Cuál es en estos casos la proporción estimada de niños y adolescentes con relación a los niños nacidos y crecidos en familias regularmente constituidas?
b) ¿Con qué actitud los padres se dirigen a la Iglesia? ¿Qué solicitan? ¿Solo los sacramentos o también la catequesis y la enseñanza en general de la religión?
c) ¿De qué manera las Iglesias particulares se acercan a la necesidad de los padres de estos niños para ofrecer una educación cristianas a los propios hijos?
d) ¿Cómo se desarrolla la práctica sacramental en estos casos: la preparación, administración del sacramento y el acompañamiento?
7.- Sobre la apertura de los esposos a la vida
a) ¿Cuál es el conocimiento real que los cristianos tienen de la doctrina de la (encíclica) "Humanae Vitae" sobre la paternidad responsable? ¿Qué conciencia hay de la evaluación moral de los distintos métodos de regulación de los nacimientos? ¿Qué profundizaciones se podrían sugerir sobre ello desde el punto de vista pastoral?
b) ¿La doctrina moral es aceptada? ¿Cuáles son los aspectos más problemáticos que hacen difícil su aceptación en la mayoría de las parejas?
c) ¿Qué métodos naturales se promueven de parte de la Iglesias particulares para ayudar a los conyugues a poner en práctica la doctrina de la "Humanae vitae"?
d) ¿Qué experiencia hay sobre esta cuestión en la praxis del sacramento de la penitencia y en la participación en la eucaristía?
e) ¿Qué contrastes se evidencian entre la doctrina de la Iglesia y la educación civil a este respecto?
f) ¿Cómo promover una mentalidad mayormente abierta a la natalidad? ¿Cómo favorecer el aumento de los nacimientos?
8.- Sobre la relación entre la familia y la persona
Jesucristo revela el misterio y la vocación del hombre: ¿la familia es un lugar privilegiado para que esto suceda?
¿Cuáles situaciones críticas de la familia en el mundo actual pueden constituir un obstáculo para el encuentro de la persona con Cristo?
¿En qué medida la crisis de fe que pueden sufrir las personas inciden en su vida familiar?
9.- Otros desafíos y propuestas.
¿Existen otros desafíos y propuestas respecto a los temas tratados en este cuestionario, que sean consideradas como urgentes o útiles de parte de los destinatarios?

lunes, 18 de noviembre de 2013

Las reliquias del apóstol Pedro serán expuestas por primera vez


En el contexto del Año de la fe y como signo culminante de su clausura

 (Zenit.orgRocío Lancho García | 869 hits

El Año de la Fe ha dejado en Roma momentos inolvidables como las jornadas y peregrinaciones organizadas a la tumba de San Pedro o innumerables iniciativas de índole cultural o artístico. Catequistas, familias, cofradías, seminaristas, novicios... todos ellos han acudido hasta la basílica vaticana como muestra e impulso de la fe cristiana.
En este contexto y como un signo culminante  se vivirá también un momento, no solo inolvidable sino inédito también; la exposición por primera vez de las reliquias que la tradición reconoce como las del apóstol que dio la vida por el Señor. La fe de Pedro, por lo tanto, "confirmará una vez más que la 'puerta' para el encuentro con Cristo está siempre abierta y espera ser cruzada con el mismo entusiasmo y convicción de los primeros creyentes", explica monseñor Rino Fisichella,  presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Nueva Evangelización, en un artículo en el Osservatore Romano.
En 1939, durante el papado de Pío XII, se realizaron unas excavaciones arqueológicas en la cripta de la basílica  dejando al descubierto una necrópolis que data de los siglos II y III. La tradición decía que debajo del baldaquino de Bernini había un cementerio donde había sido enterrado San Pedro, pero aún no existía la certeza.  Pío XII determinó que siguieran excavando y apareció dicha necrópolis.  Una década después, en 1950, una inscripción en griego que decía:  “Pedro está aquí”, llevó al papa a comunicarle al mundo la aparición de la tumba del apostol.

Pero terminada esta investigación en 1952, la profesora Margarita Guarducci, arqueóloga y  experta en epigrafía griega, se encargó de descifrar los grafitos que hay en uno de los muros adyacentes a esa tumba, y hayó la inscripción críptica que dice “Pedro, ruega por los cristianos que estamos sepultados junto a tu cuerpo”. Al excavar, descubrieron un nicho y en su interior unos huesos.
El análisis de estos restos, que  llevó a cabo Venerando Correnti, antropólogo de la Universidad de Palermo, concluyó el estudio de la siguiente forma:  “Los huesos tienen un color rojo provenientes del paño dorado y púrpura en que fue envuelto, también, aparte de tela (púrpura), hay restos de hilos de oro, lo que lleva a pensar que ésta seria una persona venerada, posiblemente los huesos se retiraron de la tumba original para «guardarlos» en el nicho y así quedar protegidos, pues el nicho estaba intacto desde Constantino hasta el hallazgo. Estos huesos encontrados pertenecen a la misma persona, un ser robusto, de sexo varón, con avanzada edad (posiblemente setenta años) y del primer siglo”.  Fue entonces cuando el papa Pablo VI anunció al mundo que se habían descubierto las reliquias de San Pedro.

El Año de la Fe se acerca a su clausura, ya que el domingo 24 de noviembre, el santo padre dará por finalizado este año de gracia para la Iglesia católica. La santa misa de clausura se celebrará en la plaza San Pedro el día 24,  solemnidad de Cristo Rey del Universo, a las 10:30 a.m. Dos eventos importantes aún quedan por celebrar: la jornada de la vida contemplativa, el día 21 de noviembre; y el encuentro de los catecúmenos el día 23.
Hasta el momento se calcula que 8. 086.933 peregrinos han acudido a Roma, en este Año de la Fe, convocado por Benedicto XVI con la Carta apostólica Porta fidei del 11 de octubre de 2011, y que comenzó el 11 de octubre de 2012, 50° aniversario de la apertura del concilio Vaticano II.

sábado, 9 de noviembre de 2013

El sínodo extraordinario sobre la familia dará las directivas en la asamblea del 2015

Presentado hoy en la sala de prensa del vaticano el documento preparatorio para los obispos, con las 38 preguntas sobre cómo las familias viven la fe

lunes, 4 de noviembre de 2013

Las 38 preguntas a los obispos del mundo para el sí­nodo de la familia

Consulta para entender los principales desafí­os pastorales que deberá afrontar el próximo sínodo extraordinario

Roma,  (Zenit.orgRedacción | 2174 hits

El Vaticano envió a los obispos del mundo 38 preguntas para preparar el Sínodo extraordinario sobre la Familia "Los desafíos de la familia en el contexto de la evangelización" que el papa Francisco convocó para octubre de 2014. Las respuestas deberán llegar hasta final de enero próximo, como pedido por el secretario del sínodo, Mons. Lorenzo Baldisseri.
La misiva y las preguntas de la encuesta fueron publicadas en el sitio web del National Catholic Reporter el jueves y confirmadas por la Santa Sede el viernes.
Según indicaron diversos medios el secretario del sínodo, el encuentro del próximo año servirá para destilar un documento preparatorio sobre la situación, mientras que el sínodo del 2015 dará las respuestas finales. 
En el documento adjunto se explica también la modalidad de trabajo, cuya primera etapa será la asamblea extraordinaria de octubre de 2014, que deberá recopilar “los testimonios y las propuestas de los obispos”, y la segunda será el Sínodo ordinario de 2015 que tiene como objetivo “buscar líneas operativas para la pastoral de la persona humana en la familia”. 
Describe las “problemáticas inéditas” de los últimos años, entre ellas la difusión de las parejas “de hecho”, las uniones entre personas del mismo sexo “a las que no pocas veces se consiente la adopción de hijos”, los matrimonios mixtos o interreligiosos, la familia monoparental, la difusión del fenómeno del “alquiler de vientres” y “el debilitamiento o abandono de la fe” en el sacramento del matrimonio y en el “poder terapéutico” de la confesión. 
Asimismo, se pide a las conferencias episcopales del mundo una “urgente” atención de estos problemas. 
“Si, por ejemplo, se considera solo el hecho de que en el actual contexto muchos chicos y jóvenes, nacidos en matrimonios irregulares, podrían no ver nunca a sus padres acercarse a los sacramentos, se comprende cuán urgentes son los desafíos para la evangelización de la situación actual… Esta realidad tiene una singular conformidad en la vasta acogida que está teniendo en nuestros días la enseñanza sobre la misericordia divina y su ternura para con las personas heridas: las expectativas consecuentes sobre las decisiones pastorales relacionadas con la familia son muy amplias”, advierte. 
La segunda parte del documento indica en tres páginas los fundamentos bíblicos y el magisterio de la Iglesia sobre el matrimonio y la familia. 
Por último, se formulan las 38 preguntas en las que se interroga sobre la difusión y la recepción de las enseñanzas de la Iglesia al respecto, sobre las dificultades para ponerlas en práctica y sobre su relación con los programas pastorales en todos los niveles. También se pide información sobre cuáles son los puntos más atacados y rechazados fuera de los ambientes eclesiales.